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Nuestro propósito común

Carta del presidente de la Academia Estadounidense

Nuestro propósito común: la reinvención de la democracia estado­­­unidense para el siglo XXI, un informe de la Comisión sobre el Ejercicio de la Ciudadanía Democrática, llega en un momento decisivo de la historia del experimento estadounidense.

En el momento de publicarse este informe, nuestro país, ya de por sí desgastado por las cambiantes fuerzas políticas, económicas y sociales, se encuentra también en los albores de una grave crisis económica y de salud pública. Aunque es imposible predecir hoy cómo la epidemia de COVID‑19 afectará la esencia de Estados Unidos y del mundo, con el trabajo que ha realizado la Comisión sobre el Ejercicio de la Ciudadanía Democrática sí se nos permite emitir una predicción segura: los estadounidenses responderán al desafío presente y a sus secuelas con actos creativos de generosidad y con soluciones innovadoras que nacerán de reconocer juntos que esta situación nos afecta a todos. En las páginas que siguen, encontrarán la expresión de estos valores en palabras de los propios estadounidenses. Nunca antes había reflejado el trabajo de la Academia las voces y vivencias de un grupo tan amplio y diverso. En 2019, la Comisión celebró cuarenta y siete sesiones para escuchar opiniones de muchos grupos en ciudades y pueblos de todo el país. En estas sesiones con cientos de estadounidenses de distintos orígenes demográficos y políticos se recogieron sus historias y vivencias con el proceso democrático (léase el Apéndice B para ver la lista completa). Su sabiduría y compromiso no solo inspiraron las recomendaciones finales que propone la Comisión, sino que también pusieron de manifiesto el potencial que tiene Estados Unidos cuando todos sus ciudadanos participan de manera activa en la vida cívica y política de sus comunidades y del país.

A lo largo de la historia de nuestra patria, los estadounidenses se han enfrentado a momentos de crisis demostrando resistencia ante la adversidad y una disposición abierta a reinventarse, lo cual ha posibilitado que el país se convierta en una versión mejorada de sí mismo. Incluso antes de la pandemia de COVID‑19, los integrantes de esta Comisión ya admitieron que estábamos ante una encrucijada parecida. Las recomendaciones que constan en este informe abarcan todos los sectores de la vida estadounidense, y en ellas se marca un rumbo audaz que nos obligará a todos a comprometernos con reinventar aspectos de nuestra democracia constitucional. Las realidades que imponen el perturbador entorno mediático e informativo, las instituciones políticas obsoletas, la desigualdad social y económica, y un liderazgo político hiperpartidista han puesto de manifiesto lo imperiosa que es tal exigencia. La Comisión nos lanza el reto de haber avanzado en sus recomendaciones antes del año 2026, cuando se cumplen los 250 años de la formación del país.

La Comisión sobre el Ejercicio de la Ciudadanía Democrática se estableció en la primavera de 2018 a iniciativa de Jonathan Fanton, quien era entonces presidente de la Academia, y de Stephen D. Bechtel, Jr., presidente de la Fundación S. D. Bechtel, Jr. El señor Bechtel propuso a la Academia el reto de definir qué se considera ser un buen ciudadano en el siglo XXI y de plantearnos cómo podríamos todos adquirir los valores, los conocimientos y las habilidades para convertirnos en ciudadanos todavía mejores. Desde 1780, el trabajo de la Academia se ha caracterizado por proyectos cuya finalidad es reforzar los conocimientos de los estadounidenses acerca de las instituciones de gobierno y fomentar su participación en ellas. En nuestros estatutos se afirma que las artes y las ciencias «promueven el honor y la dignidad del gobierno que las auspicia», y que «el propósito y designio» de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias es «cultivar todas las artes y ciencias con las que se tienda a hacer progresar el interés, el honor, la dignidad y la felicidad de un pueblo libre, independiente y virtuoso». Con sus recomendaciones, la Comisión ha buscado mejorar la capacidad de los ciudadanos para tomar parte activa en sus comunidades, neutralizar las crecientes amenazas hacia el autogobierno democrático y renovar la confianza en las instituciones políticas. Nos sentimos agradecidos por la visión y el liderazgo que nos brindó el señor Bechtel, y por el generoso apoyo al trabajo de la Comisión que hemos recibido de la Fundación S. D. Bechtel, Jr.

Este trabajo no habría sido posible sin el liderazgo experto, dedicado y distinguido de los copresidentes de la Comisión, quienes durante dos años se reunieron todas las semanas, para respaldar el proyecto. La Academia tiene una deuda de gratitud con Danielle Allen, titular de la cátedra James Bryant Conant de la Universidad de Harvard y directora del Centro Edmon J. Safra para la Ética (Edmond J. Safra Center for Ethics) de la misma institución; Stephen Heintz, presidente y director general del Fondo Hermanos Rockefeller (Rockefeller Brothers Fund), y Eric Liu, cofundador y director general de la Universidad del Ciudadano (Citizen University). Asimismo, la Academia agradece la sabia dirección y el intenso trabajo de sus colegas de la Comisión, quienes generosamente compartieron su tiempo y pericia, y quienes, en última instancia, pusieron a un lado sus inquietudes personales con algunas recomendaciones individuales para respaldar de forma unánime este informe en pro del bien común (léase la lista completa de integrantes de la Comisión en el Apéndice D). En preparación de este informe final, se publicaron varios documentos coyunturales, incluidos los siguientes: Internet y la ciudadanía participativa (2019) [The Internet and Engaged Citizenship], Los datos que definen la democracia (2020) [The Data Driving Democracy] y El compromiso político y cívico de los inmigrantes (2020) [The Political and Civic Engagement of Immigrants]. Todas las publicaciones de la Comisión, la información detallada acerca de las recomendaciones, los datos complementarios y las últimas noticias que se anuncian con periodicidad sobre el proyecto pueden encontrarse en www.amacad.org/ourcommonpurpose.

Gracias a los muchos socios de la Academia que han prestado apoyo al proyecto desde su inicio, y, sobre todo, a los integrantes de la Junta Directiva, del Consejo y de la Fundación por su compromiso con esta Comisión y con el trabajo continuo de la Academia en temas correspondientes a las instituciones estadounidenses, la sociedad y el bien público. Además, damos las gracias a Alan y Lauren Dachs, y al Fondo Hermanos Rockefeller (Rockefeller Brothers Fund) por subvencionar la labor continua de extensión comunitaria y la puesta en marcha del trabajo de la Comisión.

Gracias también a los integrantes del personal de la Academia, quienes tan capazmente han servido a la Comisión, por preparar el informe y planificar su publicación: Darshan Goux, Paul Erickson, Gabriela Farrell, Katherine Gagen, Alison Franklin, Peter Robinson, Phyllis Bendell, Peter Walton, Heather Struntz y Scott Raymond.

Los socios de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias han contribuido al avance de los intereses de este país y de sus ciudadanos durante casi 250 años. A medida que nos acercamos a tan propicio aniversario, nos enfrentamos a retos nuevos, que una vez más exigirán liderazgo y habilidad. Muchos de ustedes estarán en la vanguardia de esas labores. Espero que al acometerlas me acompañen en respaldar y promover el trabajo vital de esta Comisión, de forma que con el compromiso de todos los estadounidenses, nuestro país emerja reinventado y más fuerte para enfrentarse a los retos del siglo XXI.

Atentamente,
David W. Oxtoby
Presidente de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias